¿Dónde estamos y cómo has acabado aquí?
Estamos en mi apartamento, en pleno centro de Copenhague, donde vivo desde hace casi once años. Es un piso de alquiler que encontré por casualidad hace muchos años y del que me enamoré al instante, gracias a su ubicación y a su potencial oculto. Con el tiempo, se ha convertido en mi refugio personal, el epicentro de innumerables fiestas y cenas con amigos. Ahora vivo aquí con mi marido y nuestro maltipoo.
¡Descríbete en una frase!
Manitas ecléctica.
¿Qué es lo que más te gusta de tu casa?
En medio del caos propio de una gran ciudad, este espacio me ofrece un refugio tranquilo y seguro. Aquí puedo quitarme los zapatos y descansar los pies sobre la mesa: es un remanso de paz entre tanto bullicio.
¿En qué te basaste para elegir la combinación de colores de tu hogar?
Quería resaltar el encanto natural del apartamento, construido en 1770. Me parecía más auténtico aceptar su carácter histórico y sus rincones peculiares que tratar de ocultarlos. Después de vivir aquí tanto tiempo, sé cómo incide la luz a lo largo del día y la poca luz natural que recibe durante los inviernos nórdicos. Ser consciente de ello me ayudó a elegir los colores necesarios para crear una atmósfera cálida y acogedora durante todo el año.
¿Qué colores escogisteis y qué os atrajo de ellos?
¡Tomamos algunos riesgos calculados! En el dormitorio teníamos unas cortinas de satén verde preciosas y decidimos aprovecharlas utilizando tres tonos diferentes de verde: Ebba (88), Pistachio (115) y Retro (91). El efecto es como despertarse en un bosque cada mañana (somos románticos por naturaleza).
El salón, al ser un pasillo sin apenas luz natural, nos resultó más complicado. Después de probar varias muestras adhesivas, nos atrevimos a pintar el techo con el rojo intenso Maraschino (54) para crear una ilusión de altura, en combinación con el blanco cálido Florence (87) en las paredes para resaltar nuestras obras de arte y nuestro mobiliario moderno. Para la cocina, elegimos el rosa Parfait (59), mi favorito. Siempre me ha encantado cómo el rosa refleja y juega con la luz, creando un ambiente delicado y acogedor. Quizás me recuerda a cuando estaba en el útero materno, ¿quién sabe? Todos los tonos que elegimos se inspiraron en nuestros viajes a castillos y palacios europeos.
¿Con qué estás más satisfecha?
Sinceramente, el dormitorio verde. Esos tres tonos combinan tan bien que el dormitorio parece sacado de un cuento de hadas. Recomiendo encarecidamente probar varios tonos de la misma gama de colores, el resultado puede ser mágico.
¡Describe tu estilo decorativo en tres palabras!
Decadente, alegre, práctico.
¿Qué consejo le darías a alguien que quiere volver a pintar?
La iluminación debe ser un factor clave en tu decisión. Ten en cuenta el potencial de la habitación y utilízalo como punto de partida. No te obsesiones demasiado con cómo quedan las cosas en otros sitios: úsalas como inspiración, pero adáptalas a tu espacio. ¡Y lánzate! Si no te gusta el resultado, siempre puedes volver a pintar (de todos modos, no lo sabrás hasta que hayas terminado). Sé perfeccionista con la cinta de carrocero para conseguir líneas limpias. Invita a un amigo, coge unas cervezas, pon música a todo volumen... Es terapéutico.
Si tuvieras que elegir tu color favorito de la paleta de Klint, ¿cuál sería?
Puede que parezca aburrido, pero el 38, un tono beige rosáceo, es sinceramente perfecto. Es cálido y frío, claro y oscuro, todo al mismo tiempo. Queda bien en cualquier sitio, y es ideal para quienes no se atreven con tonos más atrevidos.
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